Bienvenidos a este blog de finalidad puramente didáctica. En él pretendo hacer un taller de escritura con mis alumnos/as de ESO y Bachiller del Colegio Sagrada Familia PJO de Valencia destinado a la mejora de su redacción, el fomento de su creatividad e imaginación y el gusto por la lectoescritura.
Estoy mezclando información de Internet y de los libros que tengo en casa para redactar las propuestas de trabajo. Si algún autor se siente molesto o no quiere que sus aportaciones estén presentes en este blog, sólo tiene que remitirme un correo y lo más pronto posible subsanaré la cuestión. Disfrutad de la lectura y de la práctica.

martes, 15 de abril de 2014

QUINTA PRÁCTICA (el narrador II)

Hoy trabajaremos la segunda persona, un género directo y complicado. Se suele hacer pesado si se mantiene durante mucho tiempo, pues el lector se siente interpelado continuamente, pero que la mismo tiempo le suele dar mucho dinamismo a un relato. hay autores que lo combinan en momentos concretos, pero es un arte difícil de dominar. nosotros vamos a hacer una pequeña práctica, y así practicamos con un recurso más que podemos utilizar en cualquier momento de un relato o por qué no, atrevernos a hacer un relato completo en segunda persona.




 -------------------------------------------------------- (Aquí va la teoría)

(sacado del blog http://www.literautas.com/es/)

Rara vez nos encontramos con un texto de ficción narrado en segunda persona (dirigido a ti o a vosotros), pero sí existen algunos casos. Este tipo de narrador se usa mucho, por ejemplo, en los blogs.

También se puede usar en el género epistolar y muchas veces nos encontramos con cartas dentro de una novela o una historia mayor que están escritas así. Sin embargo, estos no son casos de narradores en segunda persona que quiero tratar aquí, sino un narrador en segunda persona algo más complicado, que va más allá y se dirigir directamente al lector.

En Si una noche de invierno un viajero”, de Ítalo Calvino, el narrador en segunda persona actúa a modo de un máster de juego de rol, intentando que el lector se identifique con el personaje principal y se meta, a través de la imaginación, en su propia piel. 

Otra obra mucho más reciente que nos muestra un caso de narrador en segunda persona es Diario de invierno”, de Paul Auster

 En esta biografía novelada Auster se dirige al lector en segunda persona contando su propia historia, ya que la idea que pretende que se desprenda del libro es que sus emociones y vivencias son cotidianas, normales, y podrían ser las de cualquier otro. De esta forma, a través del narrador en segunda persona, el autor logra el curioso efecto de que el lector viva la vida de el escritor como si le hubiese sucedido a él.

Como muestra, aquí os dejo el inicio de Diario de Invierno:

Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.

Y aquí va una lista de las principales características del narrador en segunda persona:

El lector es el protagonista:

El narrador tiene que conseguir el efecto de que los acontecimientos de la historia los protagoniza directamente el lector.

Describe e intuye:

La carga psicológica al escribir con este tipo de narrador es muy importante. Como si de un buen máster de rol se tratase, el narrador tiene que describir bien lo que ocurre para que el lector se visualice a sí mismo en medio de la escena. Además, ha de intuir las reacciones del lector para poder adaptarse a sus emociones y pensamientos. De otra manera, el lector se sentirá estafado. Esto es, si quieres que se emocione, el narrador tendrá que lograr que el lector se emocione a través de la descripción y de los acontecimientos. De poco servirá que le digas: “Ahora estás emocionado” si no logras que llegue a ese punto por su propio pie.

La ambientación es fundamental:

Precisamente para lograr que el lector se emocione o se divierta, que viva la historia como propia y entre en el juego, la clave estará en la ambientación. Tienes que crear una atmósfera real (que no necesariamente realista) y con el peso suficiente como para envolver con ella al lector.

El tiempo es el presente:

El lector no tiene realmente los recuerdos que intentas generarle, no ha vivido esas experiencias, sino que las está viviendo en tiempo presente. Por eso es importante que uses los verbos en presente para dirigirte a él, como si de un guión se tratase. El lector es el actor que interpreta el papel que tú has creado.
De cualquier forma, piénsatelo bien antes de ponerte a escribir un texto en segunda persona. Tiene que ser algo muy específico que de verdad lo requiera y además hay que saber hacerlo bien, porque si no es muy posible que los lectores se sientan confusos con este narrador.

Propuesta de trabajo

A partir de la siguiente imagen redacta un relato en segunda persona mínimos de 200 palabras (más o menos un folio y medio en un word.